Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

lunes, 19 de febrero de 2018

Peña Izaga


Hemos descubierto una nueva ruta para subir a esta montaña. Nuestro amigo David Ferrández, alias elbotxas la explica muy bien en Las 3 puntas de Izaga, una excursión circular desde Idocin, en la antigua carretera de Pamplona a Jaca.  Hasta ahora habíamos subido desde Zuazu, Reta o Ardanaz, para lo cual debíamos ir con el coche hasta el valle de Izagaondoa, dejando la autovía de Jaca.  Para llegar a Idocin, pasado Monreal, tenemos 8 minutos menos de coche y lo mejor de todo es que el recorrido es más cañero y más chulo o por lo menos a nosotros nos gusta más. Eso sí, requiere de casi tres kmts de aproximación por pista que en cualquier caso sirven para calentar las patas.

David Senosiain y yo lo hicimos el Domingo 7 de febrero, con tan buena o mala suerte que nos estuvo lloviendo todo el tiempo, con niebla y nubes bajas que no permitían ver nada y además bastante nieve arriba ocultando el camino. Lo más complicado fue bajar de Santagata, donde más cerrado está el monte.Teníais que habernos visto dar vueltas y vueltas encima de unos cortados, bajando y subiendo toboganes de barro entre los bojes y jurando en hebreo intentando que no se mojaran los teléfonos donde consultábamos la ruta continuamente. Para más risas se me cayó el móvil y aún oyendo el tirorí de llamada que utilizamos para localizarlo nos costó un rato dar con él. ¿Había dicho que estaba lloviendo y que hacía frío? Brurrrrrr...  ¡Qué mal lo pasamos!  Fue una lección que nos puso en nuestro sitio: Muy pequeñitos en una montaña muy grande.

La primera subida hasta llegar a la ermita es dura, dura, dura...

Muy pequeñitos pero felices
Ayer Domingo 18 de febrero repetimos la excursión con muchas ganas de sacarnos la espinita: Con los apuros y las dudas nos costó 4 horas y cuarto completar la circular que David Ferrandez había hecho en 2 horas y 22 minutos.

Se nos unen Alejo, Iván y su perro Duque. Seremos cinco magníficos echando a correr desde Idocin algo más tarde de las 8 de la mañana. El día está bastante despejado ¡no llueve! aunque las pocas nubes que se ven están agarradas a la cima de nuestra montaña. Confiamos en que el viento, frío y de Norte, se las lleve lejos para cuando lleguemos arriba.

Los primeros kilómetros de pista que hacemos a la carrera no bastan para quitarnos el frío, todos llevamos el chubasquero bien abrochado.  Mis compas no dejan de hablar casi todo el tiempo y eso que salvo en dos rampas tiesas tiesas mantenemos un trote bastante majo todo el rato. La charla solo se interrumpe cuando iniciamos la subida cañera por el sendero. ¡Pedazo de subida!  Me encanta comprobar lo bien que muerden los tacos de mis nuevas Inov 212 pues donde la semana pasada resbalaba cada dos por tres hoy piso con seguridad. Eso sí, resoplar resoplo lo mismo. ¡¡Qué duro!!


Ermita de San Miguel de Izaga

Llegados a la ermita comprobamos que las nubes no se han ido. Por suerte no son muy gordas y solo quitan un poco de visibilidad. Eso sí, han pintado de escarcha toda la montaña y una fina capa blanca helada lo cubre todo.

Duque no quiso salir en la foto con nosotros
En la cima coincidimos con tres montañeros de mochila gorda y botas que van más tranquilos. Uno de ellos nos sacará una foto. Intercambiamos cuatro palabras: ¡hostias qué frío hace! y nos despedimos iniciando el descenso. Al perder altura unos metros por el otro lado comprobamos que al resguardo se está mucho mejor y les gritamos para que bajen pero no nos oyen. Aprovechamos a echar un pis y proseguimos nuestra carrera entre los bojes montaña abajo. Delante nuestra se levantan Sambelles y Santagata a donde llegamos echando leches disfrutando de un recorrido que hoy, libre de nieve, seguimos sin titubeos por entre bojes y quejigos. Una gozada.

Solo bajando de Santagata dudamos un poco en el itinerario pero hoy no hay nieblas que nos despisten y con David que además de buena memoria echa un ojo al wiki de vez en cuando llegaremos al sendero que llaneando nos llevará a cerrar el circulo.  Recordábamos unas zonas de barro profundo donde la semana pasada juramos un poco en hebreo y hoy también, pero son más risas lo que echamos mientras saltamos y nos salpicamos de barro. ¡¡Jabalís al ataque!!

Volvimos a tener algún despiste al llegar al pinar pero no fue gran cosa, finalmente completamos la excursión volviendo a Idocin al cabo de 2 horas y 46 minuticos. ¡¡Qué rápido eres David Ferrández!!

Los Piris
Peña Santagata
Bosques de quejigo
Buscando la bajada al pie de Santagata

Idocin. Aquí nació Francisco Espoz y Mina en 1781
Idocin
La ruta en mi Garmin

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