Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

viernes, 9 de septiembre de 2016

I Trail Solidario Dravet Noain

Un Sueño...Una meta

Que nadie, y menos un niño, sufra por una enfermedad que la medicina apenas sabe cómo tratar... Que pueda diagnosticarse lo antes posible y que haya medios suficientes para su investigación y cura

Es el sueño y la meta que deseamos todos.  El sábado 3 de septiembre, En Noain,  el pueblo entero se volcó para ayudar a la familia de Adriana, una niña afectada por el Síndrome de Dravet, otra más de tantas enfermedades raras, que al no afectar a mucha gente presentan muchísimas dificultades para su estudio e investigación. Enfermedades como la E.L.A. que padece Luis Antonio, mi cuñado. ¡¡Cuántos enfermos y familias sufriendo y cuántos investigadores y médicos sin recursos suficientes para poder ayudarles!!  

Tenía que correr en Noain, por solidaridad y porque además viví durante dos años en este pequeño pueblo de la Cuenca de Pamplona. De eso hace mucho tiempo pero ya entonces me gustaba correr y subía a la Sierra de Tajonar un día sí y otro también, pues la tenía al lado de casa.  En sus senderos, entre quejigos y encinas, me cruzaba con Celestino Aranguren y los dos nos sorprendíamos de ver a otro loco ensuciándose de barro las zapatillas. A primeros de los 90 no sabíamos qué era el Trail Running, pero nos daba igual: disfrutábamos corriendo por el monte, por encima de las frías nieblas del invierno, entre los árboles, saltando charcos y ramas, oyendo ladrar a los perros en las batidas de jabalíes y mirando de reojo los pueblos a uno y otro lado de la sierra.

Sierra de Tajonar. Enero 2013
Entreno por Tajonar el 24 de agosto ¡¡qué calor!!

Entreno por Tajonar el 24 de agosto
Pamplona desde la cima de Tajonar . 24 de agosto

Tres Trizurkos nos acercamos a Noain el sábado para tomar parte en la carrera: Fernando Erro, Ascen García y servidor de ustedes.  Allí pudimos saludar a Irene Guembe que conseguiría un muy meritorio segundo puesto en la clasificación femenina pues horas antes había entrenado 20 kmts por el Perdón, ¡excelente manera de celebrar el cumpleaños campeona! 
Hay más campeones: Celestino Aranguren que junto con su mujer Mamen ha trabajado a tope para que hoy salga todo perfecto, llegará quinto en la general y será el primer veterano, claro que Celes se conoce hasta la última piedrecita de la sierra pero eso no le quita mérito ni mucho menos, ¡¡Muchísimas gracias y enhorabuena!!

No podía faltar Juan Martín Tirapu, que hoy también corre en su casa. Lo mismo que Celes y muchos vecinos más, ayer estuvo marcando el recorrido y hoy disfrutará corriendo lo mismo que Rubén Aristu y tantos amigos que a las 10 en punto salimos como cohetes desde el ayuntamiento hacia la Calle Real para subir después a los depósitos y empezar nuestra excursión korrikolari. 

Hoy también será un día de calor pero de momento el mercurio marca solo 20 grados, buena temperatura para sudar la camiseta ¡y vaya si lo haremos! La subida es constante hasta que llegamos al vértice de la sierra. Allí arriba nos espera mucha gente: niños y mayores que han salido en la marcha solidaria y paralela a la carrera. Nos jalean y aplauden que esto parece el Tour de Francia ¡¡madre mía qué ambientazo!!  Con todo el jaleo me pasaré de largo el primer avituallamiento pero no me importa porque antes de salir tenía el azúcar por las nubes y además llevo un gel en el bolsillo. 

Iremos unos 5 kilómetros por el lomo de la sierra, el valle de Elorz a nuestra derecha y el de Aranguren a la izquierda. Corremos por un estrecho sendero -GR220- donde es complicado pasar puestos, no es mi caso: hasta el vértice voy detrás de Irene tratando de adelantarla pero me es imposible. Ademas me adelantan otros tres chicos pero no me desanimo viendo que puedo seguir detrás del grupo todo el tiempo sin quedarme atrás.  Este será mi sitio hasta llegar a una bajada fuerte entre bojes y quejigos, un bosque denso y sombrío que es un placer para los sentidos. 

Llegamos al collado de Andrikain, avituallamiento: bebo un vaso de isotónico, otro de agua, agarro dos trozos de plátano y echo a correr de nuevo. Como viene un tramo de bajada podré tragar el plátano más o menos bien. ¡¡Arf, arff!!  

Los tres chavales que me habían pasado se han quedado en el avituallamiento, tengo a Irene a la vista pero si yo corro por esta pista que baja hacia Labiano, la campeona vuela delante mía y se aleja hacia la meta sin mirar atrás ¡Qué tía!  

Yo también llevo buen ritmo y voy dando caza a uno, dos, tres corredores más, antes de llegar a la última subida fuerte que nos lleva de nuevo al sendero en lo alto de la sierra: 100 mts de desnivel que yo al menos superaré andando y con la cabeza gacha, apoyando manos en las rodillas y sudando otro medio litro más ¡¡ufff!!

Cuando llego arriba sé que ya todo es bajada hasta la meta en Noain, 6 kmts a fuego ¡¡vamosss!!  Bueno, los primeros metros no puedo ir a fuego porque las patas están doloridas de la subida pero enseguida puedo ponerlas en modo correr y consigo un buen ritmo de carrera sin dejar de prestar atencion al suelo pues el estrecho sendero, que discurre sinuoso entre los árboles, presenta obstáculos en cada revuelta: piedras y alguna rama fáciles de salvar pero fatales si te despistas.  Como le ha pasado a Mirian Gazpio, que en una de esas se ha torcido un tobillo y apenas puede correr.  La dejaré atrás pero la valiente de Hiru Herri se recuperará y no llegará ni un minuto detrás mía consiguiendo el cuarto puesto en la clasificación femenina, una pena porque de no haber sufrido la torcedura fácilmente había subido al cajón.  ¡¡Animo campeona!! 

Yo sigo volando con la caja a mil revoluciones y las patas locas, alcanzando a algún corredor más, entre ellos a Jorge -Thor Txone-,  el campeón del Run19 me llama a la calma recordándome que antes de meta tendremos un paseo por el Parque de los Sentidos, que guarde fuerzas.  Pero no quiero guardar nada, y aunque apenas puedo tragar suficiente aire cuesta abajo pienso ¡qué demonios! alguna fuerza me quedará para el final y sigo para abajo. Pese al sofoco y la tensión de la carrera veo de reojo a Mauri -de Adi Ike- sentado bajo unos pinos junto con su perro. Hace una semana que la gozó en la Ultra del Montblanc y se ha acercado para disfrutar y animar a su chica preferida: Txuri Saez otra Adi Ike valiente. ¡¡Adios adios!!

Como un ceporro seguí corriendo el último kilómetro que nos llevó por Noain al Parque de los Sentidos y a la meta ¡¡Si nos hacen dar dos vueltas al parque en vez de una no llego!!  Es curioso: cómo sufres y cómo gozas cuando corres como si te persiguiera el diablo. 

El diablo del Dravet.  ¡¡Podremos con ése, con la E.L.A. y con todos los demonios!!  Hoy en Noain entregarán más de 6000 euros para la Fundación.  Bravo campeones!!!!!!!

100 metros más y no llego...
Mi carrera en el Garmin
Clasificaciones
Con Alfonso, un giputxi atado a la insulina igual que yo
del DT1 el equipo de los campeones.
Entregando el cheque a la Fundación Síndrome de Dravet


Antonio Etxeberría, Ibai Alba
y Xabier Zarranz

Maider Fraile, Irene Guembe
e Izaskun Sanz

Tres Campeonas
Celestino y Fernando, primer
y segundo veteranos

Tres súper Trizurkos


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