Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Nafarroa Xtrem... Plus.

¡¡Por fin!!  El sábado 17 de septiembre llegó la Primera Edición de esta Carrera de Montaña. Una carrera por el Pirineo Navarro, por las cimas emblemáticas del Adi y Saioa, por los hayedos de Quinto Real, por los altos pastizales y helechales verdes en la vertiente atlántica y amarillos al Sur de la divisoria, abrasados por el sol de este verano.

Un verano largo y seco que terminó justo el martes con tormentas y descenso de temperaturas ¡¡Por fin!! Los días siguientes fueron con tiempo normal e incluso volvió un poquito el calor cuando todos empezamos a consultar las previsiones del sábado con cierta preocupación: venía más agua pero los pronósticos apuntaban que para el sábado ya habría pasado el frente. No fue así...

Nafarroa Super Xtrem Plus

Fuimos nueve los Trizurkos en Zubiri: Sonia y Ascen saldrían una hora después para correr la "corta", si se le puede decir corta a una carrera de 32 kmts que te lleva a la cima del Adi para regresar por un recorrido petado de toboganes que te castigan a base de bien.  A las 8 saldríamos los chicos:  Alejo que había corrido los 46 kmts de la Canfranc-Canfranc la semana anterior y estaba nervioso por ver cómo responderían sus patas. Txitxo e Iñigo más tranquilos y muy animados: se han metido excursiones muy guapas en Pirineos este verano e incluso Iñigo ha estado en los Andes y aún le quedarán glóbulos super rojos de esos. David está renegón: mucha playa, buena vida y pocos entrenos duros dice, pero si hay un hombre fuerte en este equipo es él.  Joseba no dice nada, se ha pegado el verano cuidando una rodilla que le tiene a maltraer pero nuestro gigante preferido tiene el culo pelado en muchas batallas y sabe donde ha venido, su fisio le ha puesto a punto, tiene confianza y hoy quiere confirmar su buena forma porque en tres semanas tiene la Hiru Aundiak ¡¡claro que sí!!  Alberto también reniega que le duele el talón, lo lleva diciendo hace un año y desde entonces ha dado tres veces la vuelta al globo corriendo así que no le hacemos mucho caso, también está apuntado a la Hiru y entre eso y el talón insiste en que va a ir "tranqui".  ¿Y yo? Yo voy a ir a saco a todo lo que me den las patas sin pensar que en 8 días tengo la maratón de Zaragoza y tres semanas más tarde la Ultra de Guara. Hoy empieza mi challlenge loca y particular. En los últimos entrenos me siento muy bien y mis patas están como nunca ¡¡Vamosssss!!

Con Ascen, Fernando y Alejo ¡¡Ah y David detrás!!

David, Yo mimmmo, Ascen, Alberto y Txitxo ¿dónde está Iñigo?

Yonhey, un colega de blog con quien he
coincidido en más de una. Él y su pareja,
la fiel reportera Ayelen Shekmet, viajan por medio mundo
 participando en carreras.
 Su próxima cita: la Maratón de Budapest.

Temperatura fresca y cielo nublado cuando salimos de Zubiri, todavía no llueve.  Trotamos a ritmo de 5 min/km hasta Saigots, poco más de un kilómetro de carretera, allí bajamos a cruzar el Arga y ya por pista estrecha comenzamos a ganar altura. Txitxo e Iñigo van delante, seguidos de Joseba y Alberto, después vamos David, Alejo y yo más o menos juntos aunque a ratos nos separamos: David se queda atando los cordones de las zapas y Alejo se adelanta. Está fuerte pese a tener la Canfranc reciente, lo mismo que Javi Oteiza que también anda cerca nuestra, tranquilo y sonriente, contento porque su gemelo está funcionando perfectamente ¡¡Bravo Javi!!


Primero metros de carrera. Fotos de Francis San Nazario
En esta vemos a Irene Guembe y Nerea Martínez 
Podemos escuchar el sonido de la txalaparta cuando empieza una suave lluvia, hay un avituallamiento y allí alcanzo a Joseba. - ¡¡Eeeh, deja algo para los demás!!- siempre le bromeamos con su buen apetito y le reprochamos que termina las carreras con más peso jeje, nuestro colega no se enfada y tira para delante a buen paso.

Muchos se detienen a un lado para ponerse el chubasquero pues la lluvia cae más fuerte, yo racaneo un poco más pero finalmente también me lo pondré. Llevo dos camisetas de manga corta, una térmica y encima la del equipo además de manguitos, con eso y el chubasquero voy tan a gusto. Mojado de sudor por dentro pero caliente. Voy tranquilo y disfrutando un recorrido que conozco bien en su mayor parte. El agua hasta me sabe buena pensando en el calor que pasamos en el último entreno que hicimos por aquí.

Dentro del bosque apenas nos mojamos y cuando salimos más arriba a los helechales que cubren las laderas del Adi solo cae alguna gota, eso sí: la niebla lo tapa todo y no vemos más que unos metros en derredor.  Los helechos dan paso a la hierba y en un plis plas estamos arriba. Sopla un aire huracanado y frío con algo de agua otra vez. Agachados, unos voluntarios nos señalan el control de paso, - ¡hombre Gorka! - el campeón navarro hoy ha decidido sufrir más que nosotros y es el encargado de fichar nuestro tiempo, - Mila Esker!! Agur, agur!!-  madre mía qué frío están pasando...

Francis San Nazario estaba apostado en las faldas del Adi
cuando bajaba ¡¡Gracias por esta foto campeón!!
Me sorprende ver que las banderitas nos bajan de la montaña evitando una zona de rocas muy puñeteras si están mojadas. En eso venía pensando hace rato pues en junio se resbaló ahí nuestro amigo Santi. El recorrido, perfectamente señalizado, nos hace perder altura por una inclinadísima ladera de hierba sin ningún peligro, solo hay que procurar no embalarse demasiado pero la zona de piedras se queda a un lado -ni la vemos- y enseguida cuando el terreno pierde inclinación podemos alargar la zancada y proseguir a buen ritmo. Entraremos de nuevo en el bosque camino de Urkiaga a donde llego junto con Javi. Alejo y David se han adelantado pero les alcanzamos en el control. Allí está la chica de Yonhey que nos hace un retrato para la posteridad.  Estamos felices.

Alejo, David y yo en Urkiaga. Javi estaría comiendo...
Joseba por delante nuestra se pira de Urkiaga
Foto Christian Pau - Montañas de Camille
En Urkiaga me como dos sandwichs de jamón de york, bebo un vaso de isotónico muy rico que sabe a menta y tiro para arriba con Alejo, David y Javi. Cuatro mosqueteros que iremos intercambiando posiciones con otros corredores de aquí a Artesiaga, primero ganando altura por el bosque para más arriba salir a los pastizales de la divisoria entre Baztán y Quinto Real. Allí el viento norte nos vuelve a pegar trayendo lluvia a ratos.  Subimos, bajamos y llaneamos.  Corremos por una pista de hierba fácil cuando Alejo en un descuido pisa mal y se lastima un tobillo. En un minuto prosigue la carrera pero jura en hebreo porque le duele a cada paso y sabe que por delante aún quedan 40 kmts de batalla. En el sendero petado de barro nos cruzamos con Angel y Jorge de Adi Ike, han venido a disfrutar de la carrera como espectadores,  -¡¡Eeeuuu ¿qué tal por el Montblanc?!!-. Son dos campeones y aquí están: en medio de ninguna parte, mojados por la lluvia y soportando un viento que solo trae frío y cortinas de niebla pero la están gozando. Como nosotros ¿o no?

No del todo: David, que ya venía quejándose de no estar preparado como es debido para la paliza, se une a Alejo cuando éste habla de dejarlo en Artesiaga. Allí están Sancti, su family y Laura Molina dentro de la furgo y al pararnos a saludar mis dos compas deciden bajarse con ellos. Todo es muy repentino, no me da tiempo a reaccionar para animarles, cómo les voy a pedir que sigan con la que está cayendo?  Alejo me da un abrazo y es entonces que veo su expresión de rabia y amargura, de todos nosotros era el que más ilusión tenía con esta prueba. La Canfranc hace una semana le dio mucha moral para venir aquí hoy y disfrutar con todo el equipo volando hacia Zubiri y ¡zas! en un segundo todo al traste por una mala pisada... 

Nos despedimos, mis dos amigos me desean toda la suerte, fuerza y ánimo del mundo cuando emprendo la subida hacia el Saioa. Javi viene algo detrás mía, no anda muy alejado pero me siento solo entre la niebla. El sonido del aire y la lluvia pegando contra mi capucha que he cerrado a tope y mi respiración, nada más. La visera apenas me deja ver y tengo que levantar la cabeza cada dos por tres para orientarme con las banderitas de señales. Hace frío y el viento lo acentúa mucho más. 

Arantxa Hermoso subiendo el Saioa
Foto: Francis San Nazario

Bajan corriendo dos chicos, luego otro y otro más, - ¿Imanol, eres tú?-, es un amigo de Zizur, un campeón del triatlón el que baja. - ¿Qué pasa? - le pregunto, ya mosqueado. - ¡¡Estoy muerto de frío!!-  me contesta, deteniendo el descenso solo un segundo para despedirse... Joer, menos mal que Javi  pasa a mi lado y continúa decidido la ascensión: no soy el único loco que quiere continuar.

Mientras prosigo montaña arriba solo pienso en que una vez dejado atrás el Saioa el tiempo tiene que mejorar: estamos justo en la divisoria Atlántico-Mediterránea, los Montes de Velate son el primer obstáculo que encuentran los vientos del Norte cuando vienen del Cantábrico cargados de humedad. Cuando bajemos al Sur y nos alejemos del Saioa y del Zuriain este vendaval tiene que amainar.  El chubasquero cerrado a tope y los guantes me mantienen abrigado por lo menos de cintura para arriba. Las patas no son del cuerpo y como además son las que más trabajan en esta interminable cuesta pues aguantan como unas campeonas. Eso sí el culo lo llevo chirriao, ya se secará...

Escucho unos silbatos y por fin vemos la cima, uffff... ya estamos. Casi no llueve pero el aire sigue soplando helador. Uno de los chicos del control viene hacia mí con algo en la mano. ¿Querrá apuntar mi dorsal? ¡Qué va! Me ofrece un gel energético que tomo agradecido. Madre mía qué frío tienen que estar pasando.

Toca bajar y subir de nuevo a la cima de Zuriain, el monte vecino que casi tiene la misma altura del Saioa...  Seguimos con niebla pero se va levantando un poco. Después viene la bajada definitiva y ahora sí, poco a poco el viento disminuye y como sigue sin llover vamos entrando en calor.  

Avituallamiento de Iturrondo, mitad de carrera. Hasta ahora no me había podido mirar el azúcar, cualquiera se pone a sacar el medidor de la mochila allá arriba...  Tengo 162, hora las 13:15. Me pillo otro sandwich, dos cachos de plátano y unos frutos secos. Saludo a Mikel y a Tomás Anaut del Adi-Ike, que irán juntos toda la carrera y con los que coincideremos muchas veces en el recorrido. También está por ahí Joseba pero se marcha enseguida.  Yo saldré detrás con Javi, los Adi-Ikes y otros dos chicos. 

Seguimos perdiendo altura, toca bajar y bajar. Primero por pista y enseguida por un precioso sendero siguiendo el curso de un estrecho barranco. Cruzamos regatas o errekas secundarias que vienen a unirse al río principal. Sus aguas bajan ruidosas a nuestra izquierda y cuando nos ponemos a su nivel proseguimos llaneando junto a una granja, llevaremos cinco kilómetros corriendo y hace rato que nos hemos quitado el chubasquero, el sol asoma un poco entre las nubes y la temperatura es magnífica. 

Volvemos a ganar altura por una pista que discurre junto a unos prados, alguna borda se levanta aquí y allá, estamos cerca de Lantz a donde conduce el camino principal pero no llegaremos a ver el pueblo pues nuestro recorrido hace un giro a la izquierda y nos lleva de nuevo dentro del bosque.  Recuerdo que en nuestro entreno perdimos tiempo y sufrimos en esta zona pues nos costó seguir los traks del itinerario, ahora en cambio todo es rápido y fácil ¡¡y no hace calor!!  Eso sí, hay que prestar atención al piso pues aunque hay tramos de sendero a menudo debemos saltar pequeñas regatas, piedras o ramas que lo cruzan. Es un paraje escondido, secreto y salvaje que dejamos atrás en cuanto salimos del bosque y asomamos a un paisaje abierto de fincas y caseríos. A lo lejos vemos Aritzu.





Aritzu, km 45, solo quedan 22 para Zubiri!! Nada más llegar nosotros un Edorta super sonriente y tres chavales se despiden de los voluntarios echando a correr, creía que no habían hecho ni parar pero llevaban un buen rato devorando. Vuelve a llover y le pregunto a Ramón Malcorra -de Zegama- que anda por allí ayudando, qué previsión de tiempo tenemos. -Os puede llover un poco e incluso nevar, también saldrá el sol, hará frío y también calor así como un poco de aire en ocasiones-,  me contesta todo serio. El muy cachondo acertará en todo menos en lo de la nieve... Menos mal.  Mi azúcar: 101, son las 17:14.   Yo también tomaré dos vasos de caldo caliente y un tupper de macarrones con carne y tomate ¡¡hay que meter hidratos y proteína al cuerpo!! frutos secos y ... ¡¡A correr se ha dicho!! 

Javi, Joseba y yo empezamos juntos la siguiente etapa pero Javi se irá quedando detrás, los kilómetros tienen que pesarle con la Canfranc tan reciente en las patas. Entramos otra vez en el bosque y no será hasta que lleguemos arriba del todo que salgamos de los árboles pero solo a ratos. Recorremos el lomo de una sierra dominando un paisaje que bien podría ser la selva amazónica pues todos los montes y pequeños barrancos debajo nuestra están cubiertos de hayas. Algún helechal que cruzamos y de nuevo entramos en la selva, compuesta aquí por hayas de muchos años cuyos troncos se elevan como mástiles hacia la bóveda de hojas allí arriba, muy arriba.  Se respira la magia especial de una última frontera. ¿Dónde están los indios? ¿Son esos que corren delante? No, es el grupo de Edorta que tenemos muy cerca pero en el siguiente avituallamiento nos paramos y los perdemos de vista. 

Nuestro ritmo es el mismo que el de un chico de Vitoria: Aitor tiene una voz profunda y tranquila y le encanta correr en compañía. -Hablando se hacen más amenas estas palizas-, afirma, y tiene razón. Nos cuenta que también quiere hacer la Hiru Mendiak, ¡otro loco! y que le tiene el ojo echao a la Transvulcania en la Palma de Gran Canaria. Joseba que ya la ha hecho le previene del calor y la arena pero le anima con el ambiente de la Isla Bonita y la amabilidad de su gente...  Así llegamos a un control donde unos chicos nos advierten que tengamos cuidado en la bajada a Iragui, "que es peliaguda" nos dicen.  

No es que sea difícil pero sí muy empinada y con algún escalón donde no se puede correr pero no tiene mayor problema.  Eso sí, Joseba se nos queda atrás porque su rodilla empieza a pincharle un poco y no quiere fastidiarla. 




Lo malo de Iragui es que bajas del monte y cuando te acercas lo ves cincuenta metros más arriba y tienes que sudar para llegar al pueblo, yo me lo sabía pero aún así me sienta regular, uffff!!!  Pero al llegar arriba antes de entrar en la primera calle ahí está Jorge -Thor Txone- animando como un cosaco ¡¡gracias campeón!!

Foto Thor Txone

En el avituallamiento de Iragui tenemos de todo, pero antes me miro el azúcar dichoso: 101 a las 17:14, ¡¡a comer!! Un sandwich, dos cachos de sandía, un vaso de coca-cola, frutos secos...  Aitor Iraizoz se ha acercado al control y le felicito por la super carrera que se han montado, él es uno de los organizadores y se está dando más paliza que nosotros, lo mismo que Ramón Orayen que andaba por el Adi vigilando las señales o Uxue Fraile que muy cerca de Zubiri comprobaba las banderitas con reflactante para cuando llegara la noche.  

Sin perder más tiempo le prometo a Aitor -mi compi de excursión- que la subida a Baratxueta no es demasiado tiesa, que es la última "tachuela" gorda de nuestra excursión y que cuando lo superemos podremos correr casi todo el tiempo hasta Zubiri. Bueno por lo menos desde Usetxi, el último pueblo que tenemos al bajar al otro lado. 

Y conseguimos subir al Baratxueta desde donde podríamos ver Pamplona de no ser por las nubes que corren por todas partes. Así que sin pensarlo un segundo dejamos el buzón de su cima y nos tiramos al otro lado monte abajo. Con cuidado al principio pero más ligeros conforme la pendiente pierde inclinación, entre pinos y bojes, el camino cruza prados agostados donde pueden verse apuntar brotes verdes entre la hierba amarilla. Otra bajada empinada, ¡cuidado!  Estamos en Usetxi, un vaso de agua, nada más. Ahora sí podremos correr a buen ritmo hasta la meta le prometo a Aitor. Bueno, hay un par de subidicas de las que no me acordaba. Mi colega podría correr pero me esperará y superamos andando una, dos y tres pequeñas cuestas. Después a correr, correr y correr por un estrecho sendero donde nos parece que volamos. 

Escuchamos el barullo de la meta. Llegamos a Zubiri. Nuestro crono: 10:51:45  ¡¡Bieeennnn!! Muchas caras conocidas en la meta, sonrisas, alegría de haberlo conseguido, de haber aguantado el frío del Saioa, la lluvia que a ratos no ha dejado de caer... Felices de encontrarnos con los amigos que han entrado antes, como Iñigo y Txitxo que han hecho un carrerón. Me dicen que Iñigo ni paraba en los avis y que subió el Saioa sin ponerse el chubasquero ¡qué tío! 

La carrera tuvo un speaker de lujo: Borja no paró de animar
en toda la jornada y hasta me hizo una interviu en meta,
¡¡Gracias Borja!! Pero el año que viene te queremos ver corriendo!!

Unai Santa María fue el vencedor entrando en meta
en un tiempo de 07:35:34 ¡¡más de tres horas antes, qué tío!!
Por ahí están aplaudiendo Jorge, David y Alejo ¡¡Bravo!!
Foto Diario de Navarra
Juan Luis -Yonhey-  lo dejó en Urkiaga, pero estaba
tan feliz como yo de verme llegar a meta tan bien. ¡¡Gracias!!
Comiendo una paella con mi compañero de aventura: Aitor del club Manuel Iradier
Mi azúcar en meta a las 19:04 era 107, me puse 4 uds de novorapid y además
de la paella cayó un vaso de caldo, una cerveza y un batido de plátano.

Una Carrera de Montaña de Cuatro Estrellas...
...y mucho frío este año:
 Nafarroa Xtrem Plus



viernes, 9 de septiembre de 2016

I Trail Solidario Dravet Noain

Un Sueño...Una meta

Que nadie, y menos un niño, sufra por una enfermedad que la medicina apenas sabe cómo tratar... Que pueda diagnosticarse lo antes posible y que haya medios suficientes para su investigación y cura

Es el sueño y la meta que deseamos todos.  El sábado 3 de septiembre, En Noain,  el pueblo entero se volcó para ayudar a la familia de Adriana, una niña afectada por el Síndrome de Dravet, otra más de tantas enfermedades raras, que al no afectar a mucha gente presentan muchísimas dificultades para su estudio e investigación. Enfermedades como la E.L.A. que padece Luis Antonio, mi cuñado. ¡¡Cuántos enfermos y familias sufriendo y cuántos investigadores y médicos sin recursos suficientes para poder ayudarles!!  

Tenía que correr en Noain, por solidaridad y porque además viví durante dos años en este pequeño pueblo de la Cuenca de Pamplona. De eso hace mucho tiempo pero ya entonces me gustaba correr y subía a la Sierra de Tajonar un día sí y otro también, pues la tenía al lado de casa.  En sus senderos, entre quejigos y encinas, me cruzaba con Celestino Aranguren y los dos nos sorprendíamos de ver a otro loco ensuciándose de barro las zapatillas. A primeros de los 90 no sabíamos qué era el Trail Running, pero nos daba igual: disfrutábamos corriendo por el monte, por encima de las frías nieblas del invierno, entre los árboles, saltando charcos y ramas, oyendo ladrar a los perros en las batidas de jabalíes y mirando de reojo los pueblos a uno y otro lado de la sierra.

Sierra de Tajonar. Enero 2013
Entreno por Tajonar el 24 de agosto ¡¡qué calor!!

Entreno por Tajonar el 24 de agosto
Pamplona desde la cima de Tajonar . 24 de agosto

Tres Trizurkos nos acercamos a Noain el sábado para tomar parte en la carrera: Fernando Erro, Ascen García y servidor de ustedes.  Allí pudimos saludar a Irene Guembe que conseguiría un muy meritorio segundo puesto en la clasificación femenina pues horas antes había entrenado 20 kmts por el Perdón, ¡excelente manera de celebrar el cumpleaños campeona! 
Hay más campeones: Celestino Aranguren que junto con su mujer Mamen ha trabajado a tope para que hoy salga todo perfecto, llegará quinto en la general y será el primer veterano, claro que Celes se conoce hasta la última piedrecita de la sierra pero eso no le quita mérito ni mucho menos, ¡¡Muchísimas gracias y enhorabuena!!

No podía faltar Juan Martín Tirapu, que hoy también corre en su casa. Lo mismo que Celes y muchos vecinos más, ayer estuvo marcando el recorrido y hoy disfrutará corriendo lo mismo que Rubén Aristu y tantos amigos que a las 10 en punto salimos como cohetes desde el ayuntamiento hacia la Calle Real para subir después a los depósitos y empezar nuestra excursión korrikolari. 

Hoy también será un día de calor pero de momento el mercurio marca solo 20 grados, buena temperatura para sudar la camiseta ¡y vaya si lo haremos! La subida es constante hasta que llegamos al vértice de la sierra. Allí arriba nos espera mucha gente: niños y mayores que han salido en la marcha solidaria y paralela a la carrera. Nos jalean y aplauden que esto parece el Tour de Francia ¡¡madre mía qué ambientazo!!  Con todo el jaleo me pasaré de largo el primer avituallamiento pero no me importa porque antes de salir tenía el azúcar por las nubes y además llevo un gel en el bolsillo. 

Iremos unos 5 kilómetros por el lomo de la sierra, el valle de Elorz a nuestra derecha y el de Aranguren a la izquierda. Corremos por un estrecho sendero -GR220- donde es complicado pasar puestos, no es mi caso: hasta el vértice voy detrás de Irene tratando de adelantarla pero me es imposible. Ademas me adelantan otros tres chicos pero no me desanimo viendo que puedo seguir detrás del grupo todo el tiempo sin quedarme atrás.  Este será mi sitio hasta llegar a una bajada fuerte entre bojes y quejigos, un bosque denso y sombrío que es un placer para los sentidos. 

Llegamos al collado de Andrikain, avituallamiento: bebo un vaso de isotónico, otro de agua, agarro dos trozos de plátano y echo a correr de nuevo. Como viene un tramo de bajada podré tragar el plátano más o menos bien. ¡¡Arf, arff!!  

Los tres chavales que me habían pasado se han quedado en el avituallamiento, tengo a Irene a la vista pero si yo corro por esta pista que baja hacia Labiano, la campeona vuela delante mía y se aleja hacia la meta sin mirar atrás ¡Qué tía!  

Yo también llevo buen ritmo y voy dando caza a uno, dos, tres corredores más, antes de llegar a la última subida fuerte que nos lleva de nuevo al sendero en lo alto de la sierra: 100 mts de desnivel que yo al menos superaré andando y con la cabeza gacha, apoyando manos en las rodillas y sudando otro medio litro más ¡¡ufff!!

Cuando llego arriba sé que ya todo es bajada hasta la meta en Noain, 6 kmts a fuego ¡¡vamosss!!  Bueno, los primeros metros no puedo ir a fuego porque las patas están doloridas de la subida pero enseguida puedo ponerlas en modo correr y consigo un buen ritmo de carrera sin dejar de prestar atencion al suelo pues el estrecho sendero, que discurre sinuoso entre los árboles, presenta obstáculos en cada revuelta: piedras y alguna rama fáciles de salvar pero fatales si te despistas.  Como le ha pasado a Mirian Gazpio, que en una de esas se ha torcido un tobillo y apenas puede correr.  La dejaré atrás pero la valiente de Hiru Herri se recuperará y no llegará ni un minuto detrás mía consiguiendo el cuarto puesto en la clasificación femenina, una pena porque de no haber sufrido la torcedura fácilmente había subido al cajón.  ¡¡Animo campeona!! 

Yo sigo volando con la caja a mil revoluciones y las patas locas, alcanzando a algún corredor más, entre ellos a Jorge -Thor Txone-,  el campeón del Run19 me llama a la calma recordándome que antes de meta tendremos un paseo por el Parque de los Sentidos, que guarde fuerzas.  Pero no quiero guardar nada, y aunque apenas puedo tragar suficiente aire cuesta abajo pienso ¡qué demonios! alguna fuerza me quedará para el final y sigo para abajo. Pese al sofoco y la tensión de la carrera veo de reojo a Mauri -de Adi Ike- sentado bajo unos pinos junto con su perro. Hace una semana que la gozó en la Ultra del Montblanc y se ha acercado para disfrutar y animar a su chica preferida: Txuri Saez otra Adi Ike valiente. ¡¡Adios adios!!

Como un ceporro seguí corriendo el último kilómetro que nos llevó por Noain al Parque de los Sentidos y a la meta ¡¡Si nos hacen dar dos vueltas al parque en vez de una no llego!!  Es curioso: cómo sufres y cómo gozas cuando corres como si te persiguiera el diablo. 

El diablo del Dravet.  ¡¡Podremos con ése, con la E.L.A. y con todos los demonios!!  Hoy en Noain entregarán más de 6000 euros para la Fundación.  Bravo campeones!!!!!!!

100 metros más y no llego...
Mi carrera en el Garmin
Clasificaciones
Con Alfonso, un giputxi atado a la insulina igual que yo
del DT1 el equipo de los campeones.
Entregando el cheque a la Fundación Síndrome de Dravet


Antonio Etxeberría, Ibai Alba
y Xabier Zarranz

Maider Fraile, Irene Guembe
e Izaskun Sanz

Tres Campeonas
Celestino y Fernando, primer
y segundo veteranos

Tres súper Trizurkos