Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 19 de agosto de 2014

Linás de Broto, cielos azules, montañas verdes y gente, buena gente.

Buenísima gente la que se ha dado cita, nos hemos dado cita, este fin de semana en este precioso pueblo del Pirineo Aragonés.  Gente sana y deportista, amante de las montañas, de la música, de los amigos y de todas las cosas que de verdad importan.

Iglesia de San Miguel de Linás de Broto

Con Fernando Zaratiegui, detrás nuestra el Pilopín 
Cuando escribo la crónica de una carrera siempre os quiero llevar a esa cuesta, a ese sendero, esa bajada kamikaze saltando de piedra en piedra... intento que viváis esa tensión, ese esfuerzo. Quiero que veáis esos paisajes como yo los he visto, que disfrutéis de la montaña como yo lo he hecho mientras me dolían las patas cuando la subía y más todavía cuando la bajaba.  

Pero esta vez de lo que más me acuerdo es de lo bien que hemos estado con todos los amigos. Y eso gracias al trabajo y sobre todo al cariño que han puesto  los voluntarios de Linás de Broto con Encarna y Amador al frente. Han conseguido que pasáramos un día verdaderamente especial. Muchas gracias. Sois unos campeones!!!!


PURA MANDANGA, geniales!!!

Voluntarios de la carrera, no están todos los que son
pero sí son todos los que están.  ¡¡Gracias!!
Tercera edicion de la carrera y tercera vez que participo en ella. Desde Pamplona me ha acompañado Fernando Zaratiegui, un campeón que consiguió el tercer puesto en veteranos en la primera edición del 2012.  Meses después sufrió una grave enfermedad, que durante unos meses le impidió ponerse las zapatillas de correr, por lo que en 2013 sólo pudo animarnos.  Ahora ya está recuperado, gracias a los médicos, porque no creemos en los milagros... ¿O sí? Porque ver correr a este campeón con esa fuerza, esa energía y esa alegría es casi mágico. ¡¡Bravo Fernando!!

Fernando enfrentando los últimos metros de la subida al Pilopín.
Yo tenía ilusión de mejorar mi crono del año pasado (03:03) pero me han salido dos minutos más, ¡¡mecachis!! Y eso que en la delicada bajada del Pilopín he podido correr con seguridad gracias a mis Salomón cuyos tacos mordían bien la hierba, pero después han empezado a "quemarme" los talones y me he visto obligado a pisar con la parte delantera del pie lo que me ha quitado velocidad.  Comparativa.

El día era bueno para correr y hacer buen tiempo, sobre todo si el día anterior no habías corrido un kilómetro vertical como sí lo habían hecho muchos de los valientes corredores que han salido a las 9 en punto para enfrentar los 22,9 kmts y 1200 mts positivos de la carrera, así que algunos partíamos con ventaja. Temperatura fresca e ideal, unos 10 grados, pero el aire ha soplado mucho menos que los dos años anteriores, lo cual unido a un sol espléndido en un cielo totalmente despejado ha supuesto que sudáramos la gota gorda. Yo me había puesto una camiseta debajo de la de tirantes pero en la cuesta final del Pelopín me la he quitado. Iba tan asfixiao que no podía ni llevarla en la mano así que por no tirarla me la he echado al cuello...  ¡¡Uffff...!!

Con Juan Martín Tirapu he ido unos kilómetros chupando rueda, el veterano corredor de Noain estaba este año más en forma y eso que, según él, no corría nada desde el doble kilómetro vertical de Collarada... No sé si creerle, porque no ha sido hasta el km 6, en la pista forestal que llanea después de la primera subida que me he puesto delante suya, despacio, a cámara lenta... 

Juan Martín no había corrido nunca pero hace unos años
su hijo: Javier Tirapu empezó a destacar en las carreras y eso le animó.

En la ladera de Pilopín he cogido de referencia a dos chicas: Eva Mesado y Esther Maíllo, que a la postre serían 2a y 3a en la clasificación femenina, he alcanzado a Esther y he ido a por Eva pero no lo he conseguido, aunque llegando a la cima la tenía muy cerca.  Después bajando me he puesto casi a su par cuando nos ha pasado Esther que bajaba como un cohete.

Venían luego unos toboganes por pistas y senderos por los que hemos ido juntos y así hemos llegado al avituallamiento del kilómetro 14 que ellas han ignorado. - ¡¡Menos mal que no soy chica!! - he pensado mientras me detenía y me acercaba a la mesa bien provista de sandía, plátano, agua y acuarius, de haberme jugado un puesto de podio tampoco habría parado, claro. 

Más tarde he alcanzado a Esther pero a la otra ya no, la he tenido a la vista mientras corríamos por arriba de la montaña pero en la bajada ha sido más hábil y mas valiente pues me ha sacado más de cuatro minutos ¡¡Enhorabuena campeona!!

En cuanto a la primera chica, Isabel Sanjuán, había pasado 15 minutos antes que nosotros por la cima del Pilopín y más o menos ese ha sido el tiempo que me ha sacado a mí al final. Osea... que bajando soy tan bueno como la más rápida de las chicas, je,je... 

Lo de fijarme en las damas, además de porque son todas guapísimas es porque al ser menos es más fácil cogerlas de referencia en las carreras. ¿Ok? No os vayáis a pesar...  




Fernando y Martín entrando en meta ¡¡Vamossss!!

Fernando, Ramón, Joxan y Oscar
Cuatro campeones !!!!
Con Victoriano y Juan, dos Grandes
Los tres mosqueteros (sin camisa)
Mucha suerte en el Tor des Geants, Oscar!!!!

Ambientazo


Eso viene bien para descargar las patas ¿no?

Super-Man al ataqueeeeee!!!!!!

El año que viene más
¿El año que viene?
¡¡La semana que viene!!

Crónica del Fin de Semana en Linás de Broto en el blog de Ramón Ferrer: Corriendo por la Sierra, el trabajo de este hombre para cubrir las dos pruebas, así como la carrera infantil ha sido fenomenal, casi todas las fotos las he pillado de él. ¡¡Ramón eres un crack!!

Crónica de Jesús Sánchez en su blog: Tierra de Aventura

Mis glucemias:  He amanecido alto (más de 200 a las 5 de la mañana) así que me he puesto 4 uds de insulina, poco antes de la salida seguía por encima de 200 así que no he tomado nada, durante la carrera he tomado agua y acuarius y un trozo de sandía. En la meta tenía 80. Bien. Lo malo es que como me ha pasado otras veces (en Boca del Infierno por ejemplo), al ir a comer tenía el estómago revuelto, por suerte y después de un rato me he recuperado y he podido disfrutar del estupendo plato combinado ofrecido por la organización: huevo frito con patatas, hamburguesa y ensalada que yo he acompañado de 5 uds de novorapid.  En casa a las 7 de la tarde tenía 85 de azúcar. ¡¡Soy un pofesssional!!