Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 9 de julio de 2013

Sarbil y Mortxe desde Etxauri

Como somos gente formal y no salimos todos los días de San Fermín, hoy Pablo y yo hemos podido madrugar para dar una vuelta por el monte.  Mi cuñado vive en Etxauri y se conoce bastante bien los senderos que recorren la Sierra de Sarbil de modo que sin pensarlo mucho hemos salido pasadas las 7 de la mañana desde la puerta de su casa camino del monte.




Día caluroso, aunque en el coche he visto marcar los 16 grados,  el monte guardaba el calor del día anterior y subiendo entre las encinas y quejigos hemos sudado la gota gorda, claro que la pendiente era bastante salvaje y en "dos" patadas nos hemos visto arriba de los escarpes.

Algo menos de una hora cuando hemos llegado a la ermita refugio arriba del Cabezón o Sarbil, como se llama el pico dominante.  Con sus 1138 mts es un excelente mirador de la Cuenca de Pamplona y a pesar de la calima el panorama era buenísimo, eso sí, ni rastro de los Pirineos, justico se adivinaba el Saioa o el Adi, Ortzanzurieta había que imaginarlo y más allá el Sol, cada vez más alto en un cielo blanco y azul. ¿Calor? No, casí teníamos frío por el aire que por suerte nos ha soplado en todo nuestro periplo por estos altos.



¡Qué diferencia el paseo de hoy con los de este Invierno pasado! Cuando la alta meseta que separa Sarbil del Mortxe estaba totalmente cubierta de nieve y el viento Norte nos helaba las manos...  Sólo hace unos días que los rigores del Verano castigan la región pero el agua y el barro de estos meses, en los que se han batido todos los récords de precipitación son ya historia.  Lo mismo ahora nos pegamos dos meses sin ver una gota de agua. Si eso ocurre, el verde espléndido que hoy lucían estos puertos pasará muy pronto al amarillo.  Pero mientras tanto ¡qué bonito está todo!



En  el Mortxe nos hemos encontrado con dos chicos que subían desde el cercano pueblo de Azanza.  Desde los 1123 mts de este otro pico el panorama es muy parecido pero no por eso hemos dejado de echar el ojo al horizonte.  Allá abajo está Pamplona ¡¡Viva San Fermín!!


Para regresar queríamos buscar una variante pero nos hemos limitado a faldear el Sarbil hasta coger una de las pistas que suben desde Etxauri.  Al acercarnos de nuevo a los escarpes Pablo conocía un descenso y por él nos hemos tirado yendo a dar con unos cerezos con la fruta sin recoger.  ¡¡Qué buen almuerzo!!







Casi 21 kilómetros y unos mil de positivo acumulado
¡¡Buen entreno!!

Todas las afotos aquí

2 comentarios:

  1. Que agustico, encima con cerezas de Etxauri, eso es un lujo !!

    Yo he intentado escaparme algún día de Pamplona pero imposible, aparte que seguir todos los días a la comparse de gigantes me ha dejado ko.

    Un abrazo

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  2. Es lo que tiene andar con los hijos pequeños estos días, pero hombre... ¡¡pídeles un día de fiesta sin gigantes!!

    ¡¡Animo que el Domingo se terminan!! ¡¡Pobres de nosotros!!

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