Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 22 de mayo de 2012

Carrera de Montaña Sierra de Luesia

Pensaba que conocía esta zona del Prepirineo, también llamada Altas Cinco Villas, la punta norte de esta extensa provincia de Zaragoza: cuatro excursiones al Pozo de Pigalo, a las Torres de Sibirina al Santo Domingo o al Puy Moné y crees conocerlo todo. Pero fue ayer domingo por la mañana cuando recorriendo los senderos, barrancos y laderas por donde discurre esta carrera tuve la sensación de que verdaderamente estaba descubriendo las bellezas naturales que esconden estos montes.

La Sierra de Puig Moné con sus 1303 metros se levanta al norte de Luesia (810 mts) y hasta esta bella localidad se estiran a modo de largos brazos los contrafuertes de la montaña.  Al abrigo de sus laderas crecen bosques mixtos de pino, encina, quejigo y haya; predominando una u otra especie dependiendo de la altura y orientación.  Senderos y pistas forestales comunican bien la zona pero para los primeros hace falta un buen guía o una carrera que te marque el recorrido.  Y eso último es lo que más me animó a participar en esta exigente prueba de 26,5 kmts y 1404 mts de desnivel positivo acumulado.

Algo más de hora y media nos llevó a mi hermano y a mí llegar desde Zaragoza capital hasta Luesia -no se lo digáis a los del radar -, y a eso de las 8 aparcábamos cerca del pabellón donde los organizadores tenían toda la intendencia.  Pocos corredores -unos 40- , pero bastantes caras conocidas: Manuel Martos junto con Toño Muro, Victoriano y Pantoja, los cuatro del Club Sarrios Zaragoza, además de Lucas y otros dos compañeros del Club 7:45.  Desde Pamplona ya sabía que venía Juan Martín Tirapu de Amigos de la Vuelta del Castillo, lo mismo que Unai, que vino ayer.  Pocas chicas pero valientes, entre ellas conocía a Saioa Ortiz de Montañeros de Aragón.





Toño Muro y Manuel Martos (1º y 3er puesto en la general)
¡¡Enhorabuena!!

Salida: Con camiseta verde y gorra fosforito Victoriano Arazo ¡¡qué máquina!!


Antes de dar la salida la organización nos informó de que tendríamos algo de barro pues el día anterior habían caído 19 litros en el pueblo, también nos hizo saber que en nuestro camino podíamos encontrarnos con animales: caballos y vacas, ningún problema con los primeros pero cuidado con las segundas pues tenían la mala costumbre de comerse las cintas del marcaje, para evitarlo las habían colocado más altas de lo normal así que atención, y atención también a una vaca blanca con manchas negras que al parecer tenía mal genio.  Esto último provocó algunas risas y no pocos nervios -¡leñe, si venía por nosotros al principio podríamos correr pero si lo hacía al final nos pillaba fijo!-.  Otra cosa más: el chubasquero obligatorio. 

A las 9 nos lanzamos a la carrera: unos cientos de metro por asfalto pero enseguida salimos de la carretera a unas escaleras que ascienden sin misericorida ladera arriba.  El chubasquero lo llevo a la cintura y ahí se quedará todo el tiempo aunque en los altos el aire frío se dejará notar.  No obstante llevo camiseta técnica de manga larga debajo de la amarilla de Atletismo Zizur- Celigüeta así que iré bastante bien.   La temperatura es buenísima para estas aventuras y estoy seguro de que con un día caluroso de los que puede salir en el mes de mayo lo pasaríamos peor, yo por lo menos.

Me anima ver que puedo mantener el trote durante la primera subida, eso sí, corriendo a cámara lenta o super-lenta pero tengo experimentado que de ese modo voy mejor que caminando así que intentaré mantenerlo mientras pueda.  En esta primera parte me pasan bastantes corredores y eso que me había situado en la mitad del pelotón, pero enseguida encuentro mi sitio detrás de tres elementos -Pantoja entre ellos- y todos llegaremos agrupados al avituallamiento del kmt 5.  Bebo un vaso de Acuarius y para adelante.  

Ahora viene subida, siempre por sendero entre bojes y bajo las ramas de hayas y quejigos, un bosque que bien podría estar situado en cualquier valle del Alto Pirineo ¡¡qué maravilla!!   Mirando más arriba, las nubes siguen tapando las cimas pero de momento no cae una gota, en el pueblo nos dirán que es por el cierzo que cuando sopla no deja llover, eso sí: entre el sudor y el agua de las ramas y las hojas ya vamos bien servidos.

Dejaremos el bosque y continuaremos subiendo por el lomo de la montaña.  Así llegamos el 2º avituallamiento donde beberé otro vaso de isotónico y comeré un trozo de chocolate.  ¡¡Gracias!!  ¡¡Hasta luego!!  Los voluntarios pasan más frío que nosotros pero no parece importarles, ahí están tan contentos y con una sonrisa de oreja a oreja animándonos a todos desde el primero hasta el último.  ¡¡Muchas gracias!!

Toca bajar, la ladera es muy empinada pero con toda la lluvia del día anterior no hay demasiado barro y salvo contados sitios se puede correr con bastante seguridad, eso sí, un chico de Ejea que corre detrás mía casi se la pega al apoyar el pie en un tronco en lugar de saltarlo.  ¡¡menudo resbalón!!  con él viene una chica también de Ejea que se irá quedando pues no se le dan muy bien los descensos y menos con las zapatillas de asfalto que lleva, ¡¡ánimo!!

Estoy disfrutando, el recorrido permite correr casi todo el tiempo y salvo unos cientos de metros por una pista en la que me parece ir de nuevo a cámara super-lenta, nuestro trote discurre casi siempre por senderos de buen piso ¡¡qué gozada!!

Durante la segunda subida conseguiré pasar a un par de corredores y eso todavía me animará más.  Al salir del bosque puedo divisar abajo el valle del Arba de Luesia, que viene de Santo Domingo y justo hacia el Oeste, otro valle viene a encontrarse con éste: es el Barranco de Sibirana y me parece distinguir las torres del mismo nombre allí lejos, pequeñitas y perdidas en el bosque...

Volvemos a correr por el alto de la Sierra y tras agarrar un cacho de plátano y beber otro acuarius emprendo el descenso a todo lo que me dan las piernas por una estrecha pista pedregosa que baja en línea recta.  Terminaremos por dejarla y nos adentraremos en el bosque nuevamente y por sendero ¡bien!  baja que te baja me veo en el avituallamiento del kilómetro 20,5.  Sólo beberé agua porque tengo la boca seca y buenas sensaciones de glucemia miro el reloj y mi crono marca: 2:31  ¿podré bajar de 3 horas?  no lo creo pero lo voy a intentar. 

Quedará en intento porque lo que viene ahora es una sucesión de toboganes: bajadas y subidas que a esta alturas pasan factura a mi caja y a mis patas, hace rato que voy con un corredor del Utebo, le he pasado en la bajada pero aquí se me ha puesto delante otra vez: - ¡Pasa! - le he dicho - ¡que yo no puedo ni con el culo! -.  Pero después de los toboganes viene otro descenso, los dos adelantamos a la que será primera chica y seguimos a toda pastilla pasando yo delante otra vez ¡¡bieeeennn!!

Llegamos a una puerta en un cercado, está señalizada pero hubiéramos seguido bajando de no ser por otro corredor que vuelve tras haberse pasado el desvío ¡¡y estaban los plásticos!! pero a estas alturas es fácil despistarse.  Gracias a él nosotros no perdemos ni un segundo y continuamos la película.  Volvemos a bajar por las escaleras del principio y la ruta bien señalizada nos lleva por las huertas del pueblo, cuidado dónde pones los pies aquí pues la senda discurre al ladito del canal de riego ¡¡cuánta hierba!!  

Ya estamos en el pueblo ¿y esa calle cuesta arriba?  ¡¡un último esfuerzo!! breve y dura subida tras de la cual doblamos por una calle, luego por otra, una subidica más, una bajada y ... ¡¡meta!!  Tres horas y doce minutos según la clasificación.  ¡¡Qué gozada de carrera!!

Mi hermano consiguió esta instantánea llegando a meta ¡¡gracias Javi!!

Nos hubiéramos quedado al almuerzo dispuesto por la organización pero nuestro sobrino celebraba los 11 años y eso sólo ocurre una vez en la vida. ¿verdad?  Además, qué tarta más buena había en casa de mi hermano José Manuel !!!!!!!!!!!!!


miércoles, 16 de mayo de 2012

Media Maratón de Pamplona

Después de no pocas dificultades -la prueba estuvo en un tris de no celebrarse-,  el Club Beste Iruña consiguió sacar adelante esta clásica del calendario navarro de atletismo: la XXXI Media Maratón de Pamplona. ¡¡Treinta y un años ya recorriendo las calles de la vieja Iruña!!   

La falta de ayudas económicas tanto públicas como privadas, complicó mucho las cosas a los organizadores, pero finalmente se encontró una fórmula:  Eliminar los premios en metálico y subir el precio del dorsal a 18 euros -12 € en 2011-.  El resultado: Muy bueno, pues la participación ha sido prácticamente la misma que otros años (919 llegados a meta) y finalmente la bolsa del corredor ha sido la más generosa en la historia de esta carrera: Camiseta técnica, botella de vino, cremas solares y chucherías varias además de un sorteo de regalos.  ¡¡Muchas gracias Beste Iruña!!

Además estrenábamos nuevo circuito, tras varios años dándole la vuelta a Barañáin por su ronda exterior -prácticamente desierta de pública-, este año se diseñó un circuito de dos vueltas totalmente urbano que finalmente creo ha sido del agrado de todos.

Participar junto con mis amigos de ANADI, la Asociación Navarra de Diabetes, suponía además otro aliciente, pues además de la buenísima compañía y ambiente entre corredores, familiares y voluntarios contaríamos con una mesa de control glucémico y avituallamiento particular en el kilómetro 5 y 15 del recorrido además por supuesto de la mesa de meta, donde este año expondríamos las camisetas con nuestro lema de este 2012:  La Maratón de Nueva York. ¡¡Bieeeeennn!!

Puesto de ANADI en la meta 


A las 7:15 del domingo tento 126 de assssúcar, no está mal.  3 uds de novorapid y a desayunar:  Café con leche, dos tostadas, un puñado de nueces ¡y un donut! ya lo quemaré...

En Larrabide a las 9:12 tengo 219, así que me echo dos tragos de agua en la fuente y ya estoy listo.  Estamos todos listos: Toño, Victor, Humberto, Manu, Félix, Mikel, Jose Antonio, David (que ha venido desde Madrid) y José Luis.  No estamos todos pero somos todos los que estamos ¿se dice así?  Y a las 9:35 echamos a correr como demonios, quiero decir como locos.

Me pegaré a Alberto Alfaro al poco de salir, el veterano corredor del Lerinés me ha contado que casi no ha entrenado y que ha sido a última hora cuando se ha animado a venir,  - bueno - le digo - pues ya somos dos que no hemos entrenado -.  Le prometo pagar un vermú si consigo bajar de la hora treinta, un tiempo que él ni se plantea.  El caso es que veo que puedo mantener su ritmo y voy detrás suya por toda la Estafeta y Monasterio de Irache.  En el kilómetro 5 saludo a Juanjo y a Juantxo en el control de ANADI  - ¡ En la próxima me paro, hasta luegoooo ! -.  Me he pillado un botellín de agua y tras darle cuatro tragos prosigo la carrera.  Alberto se me ha ido poco a poco y lo he perdido de vista hace rato, nos toca un tramo de "subida" y no he podido mantener la velocidad. ¡¡ uffff !!

Sancho el Fuerte es una larga avenida, algunos coches pitan cuando pasamos Pio XII y todavía pitarán más en la segunda vuelta, aunque la poli les deja pasar cuando hay hueco entre corredores.

Cerca de la Misericordia me anima Santi, que ha venido desde Zizur para acompañar a Javi Serralvo en la segunda vuelta. Mis compas de Atletismo Zizur están todos ahí delante con sus camisetas amarillas y el logo de Celigüeta bien grande  ¡¡vivan los patateros!! Javi, Martín, David, Félix... todos ellos conseguirán hacer buenísimos tiempos.  

La Avenida del Ejército es cuesta arriba ¡¡uffff!!  Me encuentro con Juan Martín Tirapu, de los amigos de la Vuelta del Castillo, que va un pelín justillo - ¡Venga Tirapu!- le animo y continúo para adelante poco a poco.  Llegamos a la Avenida de Galicia y pasamos por el ecuador de la carrera, mi reloj señala 45 minutos pero no sé si es el 10 ó el 10 y medio, en fin...  de cualquier manera no me veo capaz de hacer la segunda vuelta al mismo ritmo.  

Pero lo intento me he unido a un grupo de 6 corredores y con ellos vuelvo a recorrer las calles del casco viejo pamplonés que ahora están un poco más animadas.  - ¿Tú también vas a Nueva York? - me pregunta uno de ellos. - No, yo iré a Zaragoza o a Donosti, pero les "empujaré" de todos modos - le contesto.  - ¡Sí señor, de eso se trata! - acepta mi compañero de carrera y proseguimos nuestra marcha cruzando Antionuti para enfilar de nuevo Monasterio de Irache.  Me está costando mantenerme en el grupo y pienso con alivio en el control donde pararé a mirarme la glucemia.

Juanjo y Juantxo me ven llegar y ya tienen preparado todo, pero al pinchar el dedo no consigo que salga ni una gota de sangre.  ¡Mecachis! ¡Venga, dále otro! -  el segundo pinchazo es más efectivo y por fin el glucómetro señala la cifra: Setenta y dos  ¡muy bien!  como llevo tres ampollas de glucosa líquida me despido y me reincorporo a la carrera.  Manu Larralde había llegado justo en ese momento y se queda en la mesa para hacer la misma operación.  ¡¡Agur!!

Beberé dos ampollas de glucosa líquida y uniré mis zancadas a las de Jose y Fco Javier Irigoyen, también del Lerinés. - ¡¡Aúpa señores!! - les saludo animado (vamos cuesta abajo).  - ¡Hay que disfrutar Carlos! - me aconseja Jose.  - ¡ Si estoy disfrutando, ya sufriremos cuando pillemos cuesta arriba ! - le contesto medio en broma medio en serio.  Y subo un pelín el ritmo dejándoles atrás.  Pero soy clarividente y Sancho el Fuerte se me atraganta, pica para arriba casi imperceptiblemente pero si vas justo, vas justo, así que los dos primos de Lerín me dejarán atrás sin remisión.  No obstante conseguiré mantener un ritmo que me permite no perdeles de vista.  ¡¡ánimo Carlos!! - me digo - sólo quedan 3 kilómetros...  

Vuelta del Castillo, Avenida del Ejército, Yanguas y Miranda y ¡¡por fin!! Avenida de Galicia ¡¡cuesta arriba!!  y más cuesta arriba es la calle que nos lleva al Estadio de Larrabide, donde damos la consabida vuelta por las pistas de atletismo para enfilar la recta de llegada a meta.  Sin alardes pero con ritmo vivo consigo pasar bajo el arco en 1:35 junto con Natxo Valencia ¡qué casualidad! también entramos juntos hace unos meses en Larraga...

Mis piernas BIEN y eso es una buena noticia.  A ver si duran...

Arriba desde la izquierada: José Antonio, Manu, David, Félix y José Luis.
Abajo: Mikel, Toño, Victor, Humberto y servidor.  ¡¡Unidos por la diabetes!!




Aquí estoy apegado con mis Amigos de la Vuelta del Castillo,
que conste que también tengo camiseta verde...

Tuvimos visita:  ¡¡Jose Llanderas y familia!!

Este va a ser un campeón como su aita !!!


Y este también !!!!

Mi glucemia en meta 107 -creo recordar- tampoco está nada mal, je,je.  Pero después de un acuarius y dos bocatas tenía 202 antes de comer en casa.  6 uds de novorapid me vendrían muy bien antes de la PAELLA familiar.  

Si os mola una camiseta de éstas para vosotros o vuestros chavales darme un toque por aquí o por donde queráis ¿OK?  El espíritu de Nueva York seguro que irá muy bien a alguien que conoces porque entre diabetes I y II nos juntamos un montón de gente alrededor del mismo problema y a todos nos viene bien un poco de ¡¡Animo!!

Proyecto ANADI. Fases I y II :

 




lunes, 7 de mayo de 2012

I Xtreme Higa de Monreal

En 2009 se celebró la I Edición de la Subida a Higa de Monreal, en la que los valientes participantes debían superar las durísimas rampas del estrecho carretil que en 8 kmts sube de Monreal (545 mts) a la cima de la Higa (1295 mts).  Hasta 2011 fueron tres las ediciones de esta prueba en la que el mejor crono lo consiguió un atleta africano el primer año: Jandari Said en 36:08.

Por una u otra razón yo no participé en ninguna de estas tres ocasiones, pero este año en el que la organización se ha lanzado a reinventar la carrera, transformándola en una Media Maratón de Montaña con algo más de 2000 mts de desnivel acumulado no me la he querido perder. Así he podido compartir con otros 227 corredores un recorrido precioso por una zona que tengo ahí al lado, a pocos kilómetros de Pamplona,donde a pesar de la civilización -dícese repetidores y molinos de viento- que ha invadido algunas porciones de la montaña, todavía quedan muchos senderos, bosques y rincones secretos maravillosos en los que perderse y vivir aventuras, como la de ayer domingo en la IV Xtreme Higa de Monreal. 
Monreal a los pies de la Higa visto de la cima de Izaga
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Ermita de San Miguel de Izaga, al fondo la Higa

A las 8 de la mañana salíamos desde Zizur tres mosqueteros:  Santi, Alejo y servidor.  En Monreal nos encontraríamos con otro miembro de nuestro club Atletismo de Zizur: David Senosiáin.  Formidable ambiente en el frontón mientras recogíamos la bolsa de corredor con una guapísima camiseta y algunos obsequios, allí estaba como organizador y corredor José Antonio Beriáin, con una sonrisa de oreja a oreja saludando a unos y a otros, encantado de ver el éxito de la convocatoria y el tiempo tan bueno con el que habíamos amanecido después de las tormentas del día anterior.  - Oye José Antonio, ¿tendremos mucho barro ahí arriba? - le pregunté, pues me habían asustado acerca de la bajada final desde el repetidor -, ¡qué va hombre, está cojonudo, de verdad que no hay problema! Sí que hay barro por la zona del bosque pero la bajada está bien ya veréis. -  Aseguró convencido.


Yo mimmo, David, Santi y Alejo

Ander, Mikel, Tedy y servidor again.
Ander y Tedy consiguirían unos increíbles 11 y 8 puesto en la general ¡¡Enhorabuena!!

Con Pantani (adivinar quién es) y sus amigos del Txantrea.
¡¡Pantani que fuerte estás y eso que estabas "tocado"!!

Santi con un amigo y voluntario del pueblo de Monreal.

Preparativos
Por allí estaba también Edorta Elizalde, con su camiseta casi nueva del Txurregi -estrenada en la Media de Bera-, con sus camisetas de Adi-Ike cómo no: Ander Sancho y Mikel Salaberri, además de Angel Muñoz; Fernando Moreno y Fernando Zaratiegui: mis colegas en la Ultra de Guara, super delgado el primero lo cual debe ser típico de los triatletas...  Tedy Garzón con su sonrisa callada que al terminar sería una sonrisa de oreja a oreja, igual que la de Ander  ¡¡menudos campeones!!   Tampoco podía faltar Manuel Calvo, mejor llamado Pantani, con sus colegas del Txantrea y por supuesto con la mejor música del mundo mundial ¡¡vivan los Eisi-disi for ever!!   Juan Martín Tirapu y otros colegas de la Vuelta del Castillo a quienes les gusta lo mismo el asfalto que el barro y que no se asustan de nada ¿y de Humiclima?  ¡¡Iñaki Azparren, Miguel Ilundáin y Javier Irigoyen tampoco se la van a perder!!


Nueve y media y salimos a buen ritmo porque los primeros metros son cuesta abajo y hacia el pueblo.  Antes de emprender la primera subida el itinerario nos llevará por un trazado casi llano con suaves bajadas y subidas en el bosque próximo a Monreal.  Son dos kilómetros por sendero estrecho y donde vamos tomando posiciones.  No son pocos los corredores que me pasan, y eso que he salido bastante atrás.  Me tocan la espalda: Fernando Zaritiegui me saluda al pasar hacia adelante  ¡¡venga Fernando dále caña!!  todavía puedo saludar al personal, pero enseguida salimos a la carretera que sube al repetidor y empieza la subida, ahora todos calladitos.

En la pista corremos a cámara lenta, por lo menos yo, en algún tramo más pendiente hay quien se pone a caminar pero yo prefiero mantener el trote, aunque voy justo, justo...  -¿qué tal vas Carlos? - me pregunta Alejo detrás mía - ¡¡Asifisiao!! - contesto, y es verdad porque aquí las rampas deben ser del 15% por lo menossss  ¡¡ ufff !!

Después del primer avituallamiento dejaremos el piso pedregoso de la pista y descubriremos el barro en unas empinadas rampas por las que trepamos como buenamente podemos  ¡ay que me caigo!  David me ha pasado mientras bebía un vaso de agua en el puesto de control pero no le perderé de vista.  Más tarde entraremos en el bosque y le podré alcanzar, más que nada porque el sendero se estrecha y un grupeto de 4 corredores le dificultar pasar.  Yo encantado de trotar a un ritmo que me permite recuperar el aliento.  El hayedo está precioso:  los árboles están echando las hojas y todavía entra bastante luz pero el verde nuevo de la primavera lo domina todo, todo menos el barro en el que nos metemos sin pensarlo y porque no queda otra.

Salimos del bosque y corremos unos metros por una de las pistas del parque eólico, vemos molinos en todas las direcciones.  Estamos en la vertiente sur de la Sierra de Alaiz y podemos ver la Peña de Unzúe , pequeñita y debajo nuestra. Podríamos ver hasta el Moncayo pero algunas nubes cierran el horizonte, otro día será...

Volvemos a meternos en el bosque y cambiamos de dirección volviendo hacia la Higa.  En el 3er avituallamiento se ha quedado David y yo he tirado para adelante agarrando un cacho de plátano en cada mano ¡pies para que os quiero!  Durante unos minutos corro en soledad mirando de reojo los troncos de las hayas y los bojes.  Salvo algunas pozas de barro que me cubre más arriba del tobillo, el piso es bastante bueno: tierra húmeda y hojas, una alfombra de hojas que permite alargar las zancadas puesto que vamos llaneando.  Me parece que es el sitio más bonito por el que he corrido, estos parajes tan cercanos a Pamplona son desconocidos para muchos excursionistas y para mí mismo, que los estoy descubriendo hoy.  Hay muchos desvíos y cruces de caminos pero el marcaje es impecable y no hay peligro de perderse, además David me alcanza y le dejo pasar porque va más fuerte que yo, aunque intentaré mantener la distancia buscando no perder de vista el amarillo de su camiseta.

Cuarto avituallamiento, estamos al pie de la subida final a la Higa, con sus famosas cadenas a las que echaremos mano para trepar los casi 300 metros de desnivel hasta la cima.  Trepamos por una escalera de gigantes poniendo cuidado de no resbalar en la roca húmeda y agarrando no sólo la cadena sino las raíces de los bojes y cuantas presas encontramos en la pared.  No es una escalada difícil y podríamos olvidarnos de la cadena, sobre todo cuando el de atrás también echa mano de ella  - ¡Ah, si es Myrian Gazpio! pasa, pasa que vas mejor -  la que será tercera chica y reciente campeona de la Subida a Etxauri me adelanta valientemente llegando a la cima delante de mí.

No obstante arriba se quedará un segundo en el avituallamiento y yo aprovecharé para tirarme montaña abajo -nunca mejor dicho-.  He cogido dos trozos de naranja y los tragaré sin respirar mientras desciendo a saltos por un estrecho pasillo de bojes.  El sendero, si podemos llamarlo así está muy delicado y hay que mirar bien dónde pones los pies, en un despiste mi rodilla pega contra un tronco de boj y noto un raspazo, casi no me hace daño pero me sale un poco de sangre que por suerte cesa en seguida.

Más abajo el piso mejora bastante y puedo aumentar la velocidad adelantando a algunos corredores ¡qué bien! ¡qué bueno soy! en esto que leo en el suelo: -cuidado- y me freno en seco encima de un escarpe que vuela sobre la carretera  ¡por los pelos!  de un salto caigo al asfalto y continúo unos metros hasta una cinta que señala la continuación del sendero.

Excepto unas pocas "trampas" más, puedo seguir corriendo a toda velocidad pero de pronto, al saltar un tronco me noto el gemelo a punto de subirse por lo que reduzco la velocidad, sólo faltaría quedarme tirado a un kilómetro de la meta...

Pero no es nada y recupero el buen ritmo, además ahora tocan 500 metros por la carretera  - ¡cómo corro madre mía! -, otra vez sendero y ahora directo al pueblo.  ¡¡últimos metros y metaaaaaaa!!

Mi tiempo 2:23:46.   Clasificación aquí.

Muchas gracias Monreal, os habéis currado una CARRERA preciosa perfectamente organizada.  ¿qué más podemos pedir?  ¡Ah sí!  Que el año que viene podamos volver a ensuciarnos de barro por esos senderos que tenéis ahí guardados.  ¡¡Hasta pronto!!

Este próximo Sábado 12 de mayo se celebrará una Marcha de Montaña por esta zona de la Sierra de Alaiz y según me han dicho una parte del recorrido discurre por esos hayedos que tanto nos han gustado, yo me la pierdo porque el Domingo será la Media de Pamplona pero si alguno se anima:



Aprovecho para recordar que el proyecto de correr la Maratón de Nueva York de mis amigos de ANADI continúa en marcha y que Kukuxumuxu ha tenido el detallazo de colaborar dibujando unas camisetas super-guapas.  Bueno, yo correré la Maratón de Zaragoza, pero este verano ya sé qué camiseta llevaré: